Oriente Medio está lleno de oportunidades, y los ricos se están dando cuenta.
El movimiento de la riqueza hacia los EAU se puso de relieve en el Informe sobre Migración de la Riqueza Privada de Henley & Partners del año pasado, que preveía la llegada de 6.700 nuevos millonarios procedentes de otras regiones.
Esta cifra casi duplica la de su rival más cercano y afianza de nuevo a la región como principal destino de los millonarios que emigran.
También influye su situación estratégica, entre Estados Unidos y Asia Oriental y a poca distancia de la mayor parte de Europa.
Las oficinas familiares forman parte del flujo de riqueza, con Dubai a la cabeza. Más de la mitad de las oficinas familiares de la región están ubicadas allí, muchas establecidas como segunda sede para inversiones y operaciones.
Esto incluye un Centro dedicado a la Riqueza Familiar, un recurso dentro del Centro Financiero Internacional de Dubai (DIFC) que ofrece servicios a medida, facilitando el traslado de las oficinas y empresas familiares internacionales.
También existen ventajas normativas diseñadas para las oficinas familiares, como las recientes actualizaciones de la legislación que permiten a las oficinas familiares operar sin registrarse ante la autoridad local de servicios financieros.
A medida que crece el ecosistema regional, también lo hacen las oportunidades de inversión y de creación de redes para las family offices que se establezcan allí.
Pero la afluencia tiene sus retos: en concreto, la escasez de talento experimentado y los retos en torno a la tecnología y el riesgo.
El reciente informe HSBC MENA Family Office afirmaba que el 38% de las family offices señalaban la tecnología y la ciberseguridad como retos operativos.
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