La otrora clara línea divisoria entre las empresas de capital riesgo y las family offices se está difuminando. A medida que la incertidumbre económica, la volatilidad de los mercados y el cambio de prioridades generacionales reconfiguran el mundo de la inversión, un número creciente de family offices entran en el espacio del capital riesgo, no sólo como socios comanditarios, sino como inversores directos, copropietarios y socios a largo plazo.
Este cambio no es fortuito, sino estratégico. De hecho, según los estudios del sector, la mayoría de las family offices asignan ahora una parte significativa de su cartera de inversiones a inversiones de capital privado. Las razones son tanto financieras como filosóficas, basadas en el deseo de crecimiento a largo plazo, un mayor control sobre las inversiones y la alineación con los valores familiares.
Desglosemos las principales diferencias entre la inversión tradicional en fondos de capital riesgo y el enfoque de capital riesgo de las family offices, y analicemos por qué las familias acomodadas adoptan cada vez un papel más activo en las inversiones en el mercado privado.
Comprender las diferencias entre las empresas de capital riesgo y las family offices es esencial para cualquiera que se adentre en el panorama de la inversión. Aunque ambas se centran en hacer crecer el patrimonio, lo hacen de maneras fundamentalmente distintas. Esta rápida comparación pone de relieve distinciones clave que pueden ayudar a aclarar cómo opera cada entidad, desde sus fuentes de fondos hasta sus estrategias de inversión y estructuras de control.
A diferencia de los fondos institucionales, la estructura de una family office se construye para servir a una sola familia adinerada o a un pequeño grupo de familias afines. Esta configuración ofrece una flexibilidad inigualable:
Esta autonomía también facilita evitar las elevadas comisiones de gestión, una preocupación creciente para los directores de family offices que buscan maximizar las plusvalías y reducir los costes operativos.
Mientras que la mayoría de las empresas de capital privado se enfrentan a la presión de la salida, los inversores de family office actúan de forma diferente. Pueden ofrecer capital paciente, proporcionando a las empresas privadas el respiro necesario para centrarse en el crecimiento sostenible.
Esto convierte a las family offices en un socio inversor deseable para las empresas del mercado medio y las empresas familiares que buscan algo más que una inyección de liquidez a corto plazo.
En la actualidad, la mayoría de las carteras de las family offices incluyen una combinación de renta variable pública, clases de activos alternativos y asignaciones de renta variable privada. Suelen invertir en distintas zonas geográficas, sectores y fases de negociación, adaptándose a las necesidades de la familia:
La inversión directa y las vías de coinversión/inversión directa también ofrecen a los directivos familiares la posibilidad de tomar participaciones más importantes, participar en la gobernanza o intervenir selectivamente en asignaciones del mercado privado junto con otros inversores familiares.
Muchas oficinas familiares incorporan ahora inversiones sostenibles y de impacto en su estrategia de inversión. A diferencia de los fondos tradicionales, las oficinas familiares pueden respaldar a empresas con una misión específica que reflejen sus valores familiares, desde la tecnología climática y la educación hasta los servicios financieros inclusivos.
Este enfoque práctico no sólo mantiene el patrimonio de una generación a otra, sino que también mejora la imagen pública de la familia, su compromiso y su sentido de la responsabilidad.
A medida que crecen las plataformas de búsqueda de acuerdos y que más profesionales de empresas familiares adquieren experiencia empresarial, muchos gestores de family offices están dejando de lado a los bancos de inversión, centrándose en su lugar en crear brazos de inversión internos.
Esta creciente sofisticación les da acceso a un mayor flujo de operaciones, a cantidades de capital más grandes o estratégicas y a una mayor transparencia en el proceso de inversión.
Aun así, las inversiones directas requieren equipos profesionales especializados, análisis avanzados y herramientas de vanguardia, especialmente a la hora de evaluar las estructuras de los fondos de capital inversión, los mercados de capital privado y los gestores de activos alternativos.
La gestión de miles de millones de dólares en activos en diversas clases de activos y entidades requiere una infraestructura de última generación.
Ahí es donde entran en juego las plataformas avanzadas de gestión de patrimonios como Masttro.
Masttro está diseñado específicamente para la gestión de oficinas familiares, permitiendo:
Masttro tiende un puente entre la complejidad de la gestión de inversiones de capital privado y la claridad que las family offices modernas necesitan para operar con eficacia.
A medida que continúa el crecimiento de las family offices, también lo hace su papel en la reconfiguración del sector del capital inversión. Con el auge de la inversión en el mercado privado, las coinversiones y el impulso de estrategias rentables y alineadas con los valores, las family offices ya no se limitan a observar desde la barrera, sino que impulsan el cambio.
En medio de las tensiones geopolíticas, el aumento de los requisitos normativos y la cautela posterior a la crisis financiera, las family offices están demostrando ser ágiles, guiadas por valores y fuerzas cada vez más poderosas en el ecosistema de la inversión.
Tanto si usted es un fundador que busca capital paciente como si es un profesional de una family office que gestiona los matices de la administración del patrimonio, esta convergencia del capital riesgo y la estrategia de las family offices es más que una tendencia: es el futuro.
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